viernes, 31 de julio de 2009

REY LEAR

Luego de quedarme con las ganas hace unos años cuando se suspendió la versión de Rey Lear en el teatro San Martín, dirigido por Jorge Lavelli y lamentando no haber podido viajar a España el año pasado para ver a Alcón en el Centro Dramático Nacional, hoy tengo una nueva oportunidad y no la voy a dejar pasar.

Rey LearCon la dirección de Rubén Szuchmacher se estrena esta obra de William Shakespeare y se inaugura el Teatro Apolo (ex Lorange)

Versión: Rubén Szuchmacher, Lautaro Vilo

Actuan: Alfredo Alcón, Carlos Bermejo, Paula Canals, Roberto Carnaghi, Roberto Castro, Joaquín Furriel, Juan Manuel Gil Navarro, Luciano Linardi, Paul Sebastian Mauch, Ricardo Merkin, Horacio Peña, Eduardo Marcelo Peralta, Mónica Santibañez, Julián Vilar, María Zambelli

Diseño de vestuario: Jorge Ferrari / Diseño de escenografía: Jorge Ferrari / Diseño de luces: Gonzalo Córdova / Música: Bárbara Togander / Comunicación visual: Gabriela Kogan / Diseño gráfico: Romina Juejati / Management: Nicolás Balcone / Producción ejecutiva: Carla Carrieri, Damián Zaga / Producción general: Pablo Kompel, Adrián Suar / Dirección de Producción: Ariel Stolier / Supervisión técnica: Jorge Pérez

En Teatro Apolo - Corrientes 1372 (mapa) Capital Federal - Buenos Aires - Argentina - Miércoles y jueves, a las 20.30; viernes, a las 21; sábados, a las 20 y a las 23, y domingos, a las 20.


Lear ya está viejo y decide dejar la dirección de su reino a sus tres hijas, con el fin de poder vivir en tranquilidad sus últimos días. Para esto, decide ponerlas a prueba. Pero pronto pasa a sentirse amenazado por ellas al verse absolutamente abandonado. Sigue siendo rey, pero ya no tiene el poder. Sólo algunos fieles al rey intentarán devolver el reino a su antiguo propietario. En tiempos de incertidumbre, lo mejor y lo peor de cada uno saldrá a la luz.

Nota en La Nación


4 comentarios:

  1. Este domingo tuve la posibilidad de acceder a la experiencia de El Rey Lear en el teatro Apolo, cuando ya casi llega a su fin la temporada.
    Estudioso y enamorado de Shakespeare me permití un momento antes de escribir sobre esta "experiencia" tratando de que las subjetividades que siempre existen no coaccionaran demasiado una opinión que la distancia confirma.
    A veces me temo que existe falta de lectura de el autor, o despreocupación con respecto al resultado.
    Frente a una puesta en escena exquisita, donde el sello del director queda evidenciado desde el primer momento, los actores naufragan sin remedio en una apatía irreparable. Alcón atado a muerte de un viajante, recurriendo a inflexiones de voz y de cuerpo que sabe funcionan, olvidando ese salto hacia el vacío que propone Brook, nos expone un mediático y simple Lear, plano.
    La obra trancurre apresurada, sin tiempos, ni momentos, ni matices, agredida por tres hijas que no logran dar en la nota durante toda la pieza, un Edgard mínimo enviciado por tiempos y metodologías televisivas y donde finalmente paraciera que solo Kent y Edmond quieren se preocupan por estar a la altura de Shakespeare, sin lograrlo claro, pero generándonos la sospecha que quizás la dirección los ha coaccionado para evitar su lucimiento.
    El encuentro del ciego Glocester y Lear transcurre apático y volatil, sin gracia y sin ganas. En fin...
    Aún Alcón requiere trabajo para ingresar al mundo de Lear. Recomiendo la visita a la página de la Shakespeare Company donde se puede acceder a diferentes puestas de esta obra incuyendo la magistral interpretación de Ian Mc Kellen o el recuerdo feliz de Urdapilleta haciendo carne aun personaje brillante.
    Una pena
    Guillermo

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  2. Guillermo, leí atentamente tu comentario. Siempre me resulta interesante conocer la mirada de otras personas acerca de las distintas puestas en escena y en especial de ésta, en la que coinciden un dramaturgo como Shakespeare, un director como Szuchmacher y actores como Carnaghi y Alcón. No puedo agregar nada a tus comentarios porque aún no la ví. El próximo miércoles 18 iré a verla y luego seguramente escribiré una nota en el blog.
    Te agradezco la visita y que hayas compartido tu punto de vista con nosotros.

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  3. Yo tuve la oportunidad de prencenciar la obra, gracias a una amable invitación de Juan Gil Navarro, y yo sin embargo encontré atrapante y significativa a la obra.
    Con 14 años sentí el dolor de la traición que sentía Lear y Edmond. Lear traicionado por sus dos hijas mayores, y Edmond al descubrir que era su hermano el que lo engaño de ese modo. Lear llorando a su hija me conmovió. Pero coincido en que todos tienen un punto y es necesario expresarlo.

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  4. Agustina, luego de esta nota hice un análisis publicado el 1 de diciembre del 2009, te lo comento por las dudas no lo hayas visto. Es muy interesante y enriquecedor lo que siente cada espectador. Cada uno de nosotros es una mirada posible. Te agradezco que hayas compartido la tuya con los lectores del blog.

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